Etiopía 2016 (IV)

Del 8 al 20 de Febrero

PARTICIPANTES: Guillermo Muñoz, Paco Bustamante, Ángel Cabo y Quique Marcelo

CRÓNICA
(Parte IV)

Día 17 de Febrero
De Negele a Yabelo


Planicie de Sidamo

Alondra de Sidamo (Heteromirafra sidamoensis)


Avefría coronada (Vanellus coronatus)

Hoy hemos salido de Negele muy pronto, sobre las 06:00, con dirección a los llanos de Liben en busca de la Alondra de Sidamo (Heteromirafra sidamoensis), un escasísimo endemismo que solamente se puede encontrar en aquel lugar.

Elias nos dice que en aquellos extensos llanos, que para más "inri" en aquel momento tenían la hierba bastante alta, se encuentran muy pocos ejemplares de esta rara alondra, ya que les cuesta mucho criar por diferentes causas, razón por la cual está tan amenazada, y que verla, quizás la logremos ver, pero posiblemente sean muy fugaces las observaciones. Solamente cuando alce el vuelo y se cierna durante unos segundos en el aire, conducta habitual de muchos alaúdidos, con lo cual, seremos muy afortunados si tenemos la suerte de verla posada en el suelo, momento que sería mucho mejor para disfrutarla.

Si ya nada más empezar la jornada, buscas un objetivo, y tu guía te cuenta esto, solamente piensas que ojalá la vea aunque solamente sea volando.

Pero alguna vez el diablo va y se pone de tu parte, tal y como decía en una de sus canciones el magnífico Joaquín Sabina, y después de mucho buscar Elias y algún paisano más que hay por la zona, llegan a localizar un ejemplar que alza el vuelo y se queda cantando suspendida en el aire durante muy pocos segundos a poca altura, para después caer a plomo justamente en un terreno totalmente despejado de hierbas a escasos 10 metros de mi posición.

La he podido ver muy bien, la he disfrutado durante unos 15 segundos, e incluso, la he podido fotografiar. Una gozada, vemos una Alondra de Sidamo (Heteromirafra sidamoensis) en un extensísimo llano con toda la gente muy dispersa buscándola, y la alondra ha elegido posarse a mi lado, quizás tenga un imán, jajajaja, magnífico momento.

Otros pájaros que logramos ver allí fueron, Terrera somalí (Calandrella somalica), otro endemismo pero mucho más fácil de ver, Collalba Isabel (Oenanthe isabellina), Avefría coronada (Vanellus coronatus), Aguilucho papialbo (Circus macrourus), etc.

Con el subidón que te proporciona un momento como el contado, emprendimos nuestro viaje hacia el sur, hacia Yabelo. Hicimos muchas paradas durante el camino, ya que Yabelo se encuentra a más de 300 km de los Llanos de Liben.

En una de las paradas que hicimos nada más salir de los llanos, hemos podido observar un buen número de individuos de Estornino coroniblanco (Spreo albicapillus), Estornino soberbio (Lamprotornis superbus) y Bufalero piquirrojo (Bubalornis niger) comiendo en un campo cercano.

Aquellos 300 y pico kilómetros han sido interminables por un polvoriento camino, en el cual, pocas veces te cruzabas con un coche, pero que cuando ocurría, teníamos que cerrar rápidamente nuestras ventanillas para evitar que se introdujera todo el polvo del mundo dentro del coche, cosa que muchas veces no podíamos evitar, ya que la ventanilla trasera izquierda no funcionaba bien.

Fuimos cruzando un buen número de poblados, en los cuales, siempre tenías de sonido de fondo a los niños gritando "farengi, farengi, farengi....", palabra con la que intentaban llamar nuestra atención y que Elias nos dijo que quería decir algo así como, hombre blanco.

El lugar donde hemos comido no se puede contar con palabras, una choza al más puro estilo africano, donde estaban tostando café en una especie de pequeña cacerola, y donde he dejado la bufanda de la U.D. Villar del Olmo. Mi amigo Santi me pidió que dejara la bufanda en un lugar único, y éste reunía todas las condiciones.

El pueblo se llama Wachile y es uno de los pocos lugares del cuerno de África donde se puede encontrar a la endémica Tórtola de Reichenow (Streptopelia reichenowi). Ésta cría en las estructuras de las casas de aquel pueblo. Llegamos a ver varios ejemplares en su nido, uno de ellos con varios pollos.

Otras paradas que hicimos hasta llegar a Yabelo nos han proporcionado ver pájaros muy curiosos y llamativos como un Suimanga keniata (Anthreptes orientalis), Batis oriental (Batis orientalis), Abubilla arbórea menor (Rhinopomastus minor), Sisón moñudo etíope (Lophotis gindiana) o la impresionante Pintada vulturina (Acryllium vulturinum), y algún mamífero como, Dic-dic de Salt (Madoqua saltiana), Papión oliva (Papio anubis) o una impresionante Hiena manchada (Crocuta crocuta) atropellada en mitad del camino.

Para terminar el día, hicimos una parada a unos 60 kilómetros de Yabelo con las últimas luces del día en una espectacular sabana, donde la sorpresa fue que nada más bajarnos del coche, pudimos contemplar a otro de los más escasos endemismos etíopes, la Golondrina coliblanca (Hirundo megaensis), y volví a tener mucha suerte, ya que ésta se posó en una rama de una de las escasas acacias que tenía cerca de mí.

Además de la golondrina, vimos varios ejemplares de Gerenuk (Litocranius walleri) y Gacela de Grant (Gazella granti).

Llegamos a Yabelo bastante cansados sobre las 20:00 horas.

 


Wachile, pueblo donde anida la escasa Paloma de Reichenow (Streptopelia reichenowi)

Preparando café, Wachile


Hiena manchada (Crocuta crocuta) atropellada, camino a Yabelo


Chica en Wachile

Niños en la puerta de la taberna de Wachile



Tórtola de Reichenow (Streptopelia reichenowi)


En la taberna de Wachile

Con los niños en Wachile

Niños jugando al futbolín

Ángel, Guille y Quique en Yabelo

Páramos cerca de Yabelo


Niño en la planicie de Sidamo

Gerenuk (Litocranius walleri) en los páramos cerca de Yabelo

Tejedor social de Cabanis (Pseudonigrita cabanisi)

Nido de Tejedor social de Cabanis (Pseudonigrita cabanisi)

Día 18 de Febrero
Área de Yabelo


Niña en la zona de Yabelo

Urraquita de Stresemann (Zavattariornis stresemanni)

Cebras en el santuario de vida salvaje de Yabelo

Toca diana a las 06:30 horas para desayunar e ir rápidamente al Parque Nacional Borana, pero nuevamente tardan muchísimo en servirnos, con lo cual, son las 07:30 horas cuando partimos.

Una vez hemos llegado y Elias hace el chequeo pertinente en la puerta del parque, procedemos a entrar, y cuando todavía no habíamos circulado ni 100 metros, nos encontramos con otra de las estrellas del viaje, otro endemismo de esos que son bastante escasos, la Urraquita de Stresemann (Zavattariornis stresemanni), encaramada en lo alto de un termitero.

Buen momento para empezar la mañana, aunque luego las volvimos a ver un buen número de ellas arreglando sus nidos en lo alto de una gigantesca acacia.

El lugar es bastante seco y árido, pero como en todos los lugares de Etiopía, eso no es motivo para que no salgan pájaros a tu encuentro en cualquier sitio. Entre muchos de los que se nos cruzaron, puedo destacar Bubú pechirosado (Rhodophoneus cruentus), Estrilda culirroja (Estrilda rhodopyga), Estornino de Rüppell (Lamprotornis purpuroptera), Golondrina abisinia (Cecropsis abyssinica), Barbudo de Arnaud (Trachyphonus darnaudii), Eremomela de vientre amarillo (Eremomela icteropygialis), Tejedor social de Arnaud (Pseudonigrita arnaudi), etc., y entre los mamíferos, varios individuos de Ardilla terrestre lisa (Xerus rutilus) comiendo hormigas, aunque el momento mágico del día, fue una gran manada de Cebra de Grevy (Equus grevyi) que se pasearon bastante cerca de nosotros y que nos brindaron unos magníficos instantes revolcándose en un banco de arena que había en un camino, en ese momento pensé, "puff, esto es África en toda su salsa".

Una vez salimos de la reserva, paramos en el pueblo de Yabelo, donde compramos pan y otras cosas para la comida y emprendimos viaje hacia un lugar llamado Simu, para buscar dos zorzales que no tardamos en encontrar, el Zorzal palmero moteado (Cichladusa guttata) y el Zorzal ceniciento (Turdus tephronotus), por cierto, sobretodo este último muy bonito, además también vimos Bulbul pardo (Phyllastrephus strepitans).

La zona elegida para comer es un secarral, en el cual, aprieta el sol con justicia. Allí sacamos nuestra cuña de queso manchego y nuestro jamón y salchichón ibérico traído de Madrid, que para ser sinceros, nos supo a gloria. Lastima de una buena cervecita fresquita.

Toda la tarde la gastamos en aquel lugar andando de aquí para allá buscando pájaros. Un lugareño habla con Elias y le comenta que nos puede llevar a ver Pintada vulturina (Acryllium vulturinum), a lo que sin dudarlo le decimos que sí. Pero luego nos dimos cuenta que fue una mala elección, hacía mucho calor, la caminata fue interminable por esa angosta sabana con árboles muy dispersos y cuando las encontramos en una zona más boscosa, se mostraron muy esquivas y tímidas, así que, solamente las pudimos disfrutar viéndolas en la lejanía.

De vuelta hacía donde estaba el coche, donde se encontraban Fishea y Paco, por cierto, el amigo Paco llevaba un par de días que se sentía mal del estómago y no salía a andar, nos íbamos encontrando pájaros como Estornino soberbio (Lamprotornis superbus), Curruca de Böhm (Parisoma bohemi), Granadero oriental (Uraeginthus ianthinogaster), etc., y entre los mamíferos vimos un par de Dic-dic de Salt (Madoqua saltiana).

Después de esa gran caminata, estaba como loco por llegar al coche, porque no nos habíamos llevado ni una mísera botella de agua y estaba sediento, pero allí no había tregua. Yo fui el último en llegar porque me había entretenido con un Eremomela de vientre amarillo (Eremomela icteropygialis) y cuando ya estaba alcanzando el coche, me estaban haciendo señas Angelito y Guille. Al acercarme, vi que tenían a 6 ó 7 metros un grupo de Urraquitas de Stresemann (Zavattariornis stresemanni) buscando comida.

Estuvimos un buen rato fotografiándolas mientras escarbaban en el suelo con sus picos y la verdad, el momento fue memorable, lleno de fotos e incluso videos.

Luego Elias nos avisó que había visto una Golondrina coliblanca (Hirundo megaensis) posada en un árbol, y aunque estaba muy a la sombra, le pude hacer alguna buena foto.

Para terminar la tarde, recorrimos otra zona, siempre en los alrededores de Yabelo, donde encontramos un Serín picogordo norteño (Serinus donaldsoni), un pájaro muy interesante y bonito.

De vuelta al hotel, encontramos otro grupo de Pintadas vulturinas (Acryllium vulturinum) y esta vez, si que las pudimos observar muy bien.

Pasamos la noche en el Motel Yabelo, iba a ser nuestra segunda noche allí sin agua en las habitaciones, ya que, había un problema en el generador que abastece de luz y agua al pueblo. Pues nada, a ducharse tocaba con un cubo y un cazo.


Elías junto a un termitero

Bosque de Oromia, Yabelo

Junto al cartel del Bosque de Oromia

Poblado en el area de Yabelo

Casa de campo en Yabelo

Kalagi

Yabelo

Paisano en Yabelo

Junto a un pequeño termitero


Día 19 de Febrero
De Yabelo a Hawassa


Andurreando por Yabelo


Pintada vulturina (Acryllium vulturinum)

Mujer en Yabelo

Otra vez iba a ser hoy un día de transición para llegar nuevamente al valle del Rift, a la ciudad de Hawassa concrétamente, donde existe un enorme lago, el cual, es famoso por su mercado de pescado.

El camino, una vez más iba a ser muy largo (alrededor de 300 kilómetros) y tortuoso por otra carretera de arena con multitud de baches, de esas que no puedes circular a más de 50 o 60 km/h.

La mañana de este día fue la elegida para ir a un colegio en Yabelo a entregar todo el material escolar y otras cosas que nos quedaban de lo que habíamos traído.

Como ya nos ocurrió en Gambia, el momento de entregar todo ese material a los niños y verlos tan contentos, fue sin duda, un momento muy emotivo.

Después tuvimos que ir a un hospital y más tarde a una farmacia a comprar suero oral y alguna medicina para retener líquidos, ya que Paco, seguía con su problema estomacal.

Una vez hechas nuestras tareas, cole y farmacia, emprendimos nuestro largo viaje de 350 kilómetros, saliendo de Yabelo sobre las 10:00 horas y llegando a nuestro destino a las 19:00 horas.

Solamente en este trayecto hubo dos paradas, una para comer, en el restaurante de un hotel un plato de pasta, que estaba bastante rico, y que tardaron una eternidad en servir, y la otra fue al grito de "stop" de Elias, porque había visto dos ejemplares de Grulla carunculada (Bugeranus carunculatus) en un lugar inimaginable para esta especie de camino a Hawassa, cuando siempre se encuentra a estas grullas invernando en tierras mucho más altas, como las montañas de Bale, por encima de los 3000 msnm.

Otros pájaros que pudimos ver en ruta fueron Milano negro africano (Milvus migrans aegyptius), Alimoche sombrío (Necrosyrtes monachus), Suimanga variable (Cinnyris venustus), en el jardín del restaurante donde comimos, Suimanga del Marico (Cinnyris mariquensis) , Gorión de Swainson (Passer swainsonii), etc.

Era prácticamente cuando llegamos al hotel donde íbamos a pasar nuestra última noche, el Oriental African group.


Con los chavales en el colegio de Yabelo

Abejaruco chico (Merops pusillus)

Atando las maletas



Estampa etíope


Grulla carunculada (Bugeranus carunculatus)

En construcción

Pueblo, camino al lago Hawassa


Mujer en un pueblo cerca de Hawassa

Típica cabaña



Día 20 de Febrero
Hawassa y Addis Abeba


Bote hecho con garrafas

Garceta azabache (Egretta ardesiaca)

Niño en Hawassa

Quizás, hoy hayamos dormido en el mejor hotel de los que hemos pernoctado en Etiopía, El Oriental african group, un hotel lleno de nidos de Marabú africano (Leptoptilos crumeniferus), algunos con pollos, también había Calaos cariplateados (Bycanistes brevis) por todos lados, entre otros muchos pájaros.

Además el lago Hawassa aparece ante tus ojos nada más salir de los jardines del hotel, motivo por el cual, puedes estar pajareando desde que abres la puerta de tu cabaña. Todo esto sumado a que Paco esa mañana estaba ya mucho mejor, todo decía que iba a ser un último día en Etiopía de esos memorables.

Viendo el espectáculo que nos ofrecía el lugar, desayunamos nada más abrir el restaurante del hotel, y fuimos derechos al lago, donde nada más llegar vemos una preciosa pareja de Gansito africano (Nettapus auritus), que más tarde, se convertirían en muy abundantes.

El lugar era impresionante en cuanto a aves. Yo me preguntaba, ¿Cómo puede haber tanto pájaro con la basura que hay tirada?, porque era así, multitud de pájaros, pero había basura y plástico a toneladas industriales en la orilla.

Estaba lleno de Cormorán grande (Phalacrocorax carbo), Cormorán africano (Phalacrocorax africanus), Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), Jacana africana (Actophilornis africanus), Suirirí cariblanco (Dendrocygna viduata), Pato dorsiblanco (Thalassornis leuconotus), Martín pescador malaquita (Alcedo cristata), Fumarel aliblanco (Chlidonias leucopterus), etc. Otro de los buenos momentos fue cuando vimos pasar volando una hembra de Aguatero bengalí (Rostratula benghalensis), especie bastante rara en Etiopía.

En el campo aledaño también pudimos ver Tórtola ojirroja (Streptopelia semitorquata), Tórtola engañosa (Streptopelia dicipiens), Batis carunculado gorgipardo (Platysteira cyanea), Inseparable abisinio (Agapornis taranta), Alción senegalés (Halcyon senegalensis), Estornino de Rüppell (Lamprotornis purpuroptera), etc.

La pena es que no tenemos mucho más tiempo para seguir profundizando en el lugar y nos tenemos que ir rápidamente a visitar otro punto del lago, donde se encuentra el Parque Nacional de Amora Gedel, allí está el mercado de pescado.

En la puerta del parque nos reciben un nutrido grupo de Monos verdes (Cercopithecus aethiops) buscando alimento entre unos árboles.

El lugar nos dio muy buenos avistamientos de especies muy interesantes, como Chorlitejo tricollar (Charadrius tricollaris), especie que hasta el momento no habíamos logrado ver, Archibebe fino (Tringa stagnatilis), Garceta azabache (Egretta ardesiaca) adoptando su peculiar técnica de pesca, poniendo sus alas en forma de paraguas, Martín pescador pío (Ceryle rudis), Focha moruna (Fulica cristata), etc.

Algo más tarde el grupo se dividió, Guille, Paco y Ángel se fueron con Fishea al mercado de pescado y yo me fui con Elias a prospectar el parque de Amora Gedel, donde pudimos ver Pigargo vocinglero (Haliaeetus vocifer), el endémico Barbudo etíope (Lybius undatus), Viuda colicinta (Vidua macroura), una pareja de Tejedor chico (Ploceus luteolus) construyendo su nido, etc.

Muy a pesar nuestro, nos tenemos que ir, ya que nos quedan casi 300 kilómetros hasta llegar a Addis Abeba y tenemos que salir antes de las 12:00 de allí si queremos llegar con las tiendas abiertas para comprar café y alguna que otra cosa para llevar a casa.

El viaje a Addis Abeba no da mucho más de sí. En el camino pudimos ver Cuervo picogordo (Corvus crassirostris), Aguilucho papialbo (Circus macrourus), Águila crestilarga (Lophaetus occipitalis), Busardo augur oriental (Buteo augur), etc.

Pasadas las 18:00 horas llegamos a Addis, donde después de hacer las compras comentadas anteriormente, Elias nos lleva al mismo hotel donde nos alojamos la primera noche para tomar una ducha y reorganizar nuestra maleta para el viaje de vuelta a Madrid.

Sobre el viaje de vuelta, mejor no hablar, larguísimo, llegamos a Madrid a las 17:00 horas del día siguiente.

Para terminar, solo un consejo, si te gusta la naturaleza, los animales y vivir una experiencia inolvidable, Etiopía es el país.


Ángel en Awassa

Barquero en el lago Awassa


Gansito africano (Nettapus auritus)


Lago Awassa

Buscando pájaros


Chorlitejo tricollar (Charadrius tricollaris)

Pescador en Hawassa

Niño en Hawassa


CRÓNICA
(Parte IV)


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